La ansiedad es una respuesta natural y funcional en el ser humano cuando nos enfrentamos a un peligro real. Pero, ¿Qué pasa si anticipamos el futuro de manera catastrófica sin realmente estar enfrentándonos a un peligro en el presente?
Reaccionamos como si estuviéramos enfrentándonos a ese peligro que anticipamos aunque no esté sucediendo realmente. En ocasiones, esa respuesta de alerta se prolonga durante un cierto tiempo y acaba interfiriendo en nuestras vidas. Algunos de estos síntomas son: preocupación constante, dificultad para controlar esas preocupaciones, anticipar todo de manera negativa, inquietud, nerviosismo, problemas de sueño, irritabilidad y tensión muscular.
La terapia cognitiva-conductual es el tratamiento que ha mostrado más eficacia para tratar esta problemática.
Es necesario ponerse en manos de un profesional de la salud mental para ayudarle en este camino creando un tratamiento individualizado para su caso.
Algunas de las técnicas utilizadas para poder aprender a gestionar la sintomatología ansiosa en nuestra vida cotidiana serían :
- Autoobservación, ser más consciente de las conductas de evitación ante la ansiedad.
- Exposición: aprender a enfrentarnos a las situaciones temidas de manera progresiva.
- Enseñar a crear pensamientos más realistas orientados al presente, no anticipando un posible peligro.
- Realizar de manera diaria técnicas de relajación.
- Cuidar la higiene del sueño
- Realizar ejercicio