La importancia de la salud mental: el proceso terapéutico

Haz de tu salud mental una prioridad:

La salud mental es esencial para el bienestar integral de una persona ya que abarca el bienestar emocional, psicológico y social.

Invertir en cuidar nuestra salud mental nos beneficia a nosotros mismos, a nuestras relaciones y a nuestra capacidad para enfrentarnos a los desafíos de la vida de manera efectiva. 

Dentro de las actividades que podemos llevar a cabo para mejorar nuestro bienestar nos encontramos las relacionadas con el autocuidado. La Organización Mundial de la Salud subraya la importancia del autocuidado para la salud mental. 

Dentro de esta categoría podemos destacar: la importancia de priorizar el sueño, las actividades de plena consciencia y meditación, la realización de ejercicio físico, aprender a  establecer limites, así como aprender a gestionar las emociones, entre otras. 

Es importante aprender a reconocer las señales de nuestro cuerpo que nos alertan de que nuestra salud mental está sufriendo. Entre ellas podemos subrayar: los cambios repentinos en el estado de ánimo, problemas para conciliar o mantener el sueño, disminución de actividades que antes realizaba, o disminución del interés por realizar las mismas, así como la dificultad para enfrentarnos a desafíos del día a día. 

El autocuidado es un aspecto fundamental para mantener el bienestar mental. No quiere decir que los problemas o dificultades del día a día vayan a desaparecer, pero si puedo hacerlos más llevaderos y podré reaccionar de manera más eficaz ante los mismos, si cuento con una buena salud mental y por consiguiente, con una buena capacidad para hacer frente a los desafíos cotidianos. 

El proceso terapéutico: «Sanar no es lineal»

Cada persona es única y su proceso de terapia puede ser diferente al de los demás.  

Además, puede haber retrocesos y altibajos durante dicho proceso, lo que es normal y esperado. Lo mas importante es que en estos altibajos el paciente puede aprender del proceso, en vez de verlo como una caída, yo hablaría de un aprendizaje durante el proceso. 

Además, el proceso terapéutico incluye muchos factores, como la relación entre el terapeuta y el paciente, la motivación del paciente, el trastorno o problema que se está tratando, y el enfoque terapéutico utilizado. 

También, pueden influir factores externos, como eventos estresantes o cambios en la vida del paciente. 

Todo este proceso no es una “cura rápida”, sino que requiere dedicación y compromiso tanto por parte del terapeuta como por parte del paciente para lograr un cambio duradero. La terapia puede er un camino largo y desafiante, pero también puede ser muy gratificante y conducir a una vida más saludable y plena.