Esta frase, dicha por el padre del psicoanálisis, nos viene a decir que no hay mejor fuente de conocimiento que la propia experiencia. En muchos de los casos que veo día a día acaba saliendo la palabra fracaso. “Me han dejado” “me han echado del trabajo” “me han insultado” “me hace sentir mal”, “siempre me pasa lo mismo”… Una mala experiencia no es sinónimo de fracaso, sino de aprendizaje. Si entendemos el aprendizaje como la adquisición de cualquier conocimiento nuevo fruto de la experiencia, de las consecuencias que siguieron a la conducta en un determinado momento, ello nos prepara para actuar de una manera más eficaz ante la misma situación en un futuro. ¿Cómo vamos a interpretar lo sucedido? ¿Qué vamos a aprender hoy? SI NO APRENDES, NO CAMBIAS.